Tras haber suspendido las negociaciones en tres ocasiones en dos semanas, Irán y el grupo 5+1 (EEUU, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania) alcanzaron un acuerdo nuclear y pusieron fin a años de negociaciones.
El documento final establece la eliminación de las sanciones contra Teherán, lo que permitirá la exportación de crudo y el regreso de petroleras extranjeras a los campos iraníes.
Aún queda un último paso para poner en vigencia el acuerdo. El texto deberá ser enviado a las capitales de los países signatarios para una revisión final. Además, según especificó Energía 16, el documento será presentado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Por ejemplo, el Congreso estadounidense ahora tiene 60 días para revisar el acuerdo, aunque se ha informado que en caso de desaprobarlo, Obama podría vetar el rechazo.
En cuanto al mercado energético, el ministro de Petróleo iraní, Bijan Namdar Zanganeh, prevé alcanzar una producción de 4 millones de barriles por día, desde los 2,6 millones de barriles diarios que extrajo en 2014.
Se espera que el regreso de Irán al mercado petrolero tenga un impacto en la industria, ya que Zanganeh indicó que el país pretende recuperar su cuota de mercado en los distintos países.
Irán considera al mercado asiático como prioridad para la venta de su crudo, dijo Mohsen Qamsari, director de asuntos internacionales de la Compañía Petrolera Nacional Iraní, según reportó Shana, la agencia de noticias del Ministerio del Petróleo.
"Trataremos de maximizar nuestra capacidad de exportación de crudo a Europa y de restaurar una participación de un 42 a un 43 por ciento en el mercado europeo antes de la imposición de las sanciones", sostuvo Qamsari.
Si bien el acuerdo fue celebrado por las potencias mundiales e Irán, el primer ministro israelí, Benajamin Netanayahu, calificó al acuerdo como un “error de proporciones históricas”.
“Irán obtendrá una lotería, una bonanza en dinero de cientos de miles de millones de dólares, que le permitirán seguir con su agresión y terror en la región y el mundo”, agregó.
Las conversaciones finales en Viena contemplaron tres semanas de intensas negociaciones entre el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, completamente sin precedentes entre ambos países.